Informe de país de Italia
RESUMEN EJECUTIVO
Como parte del Proyecto Mediterráneo Desaparecido, este informe busca describir y analizar cómo se gestionan los cuerpos de los migrantes que mueren en el camino a Europa, qué leyes existen y qué prácticas han desarrollado los actores para asegurar que los muertos sean identificados y las familias sean identificadas. informado. Nuestra investigación se centra en la isla italiana de Sicilia, que ha sido uno de los principales puntos de entrada de inmigrantes indocumentados a la UE en los últimos años. Más importante aún, esta ruta específica, que conecta principalmente Libia o Egipto con Sicilia (Ruta del Mediterráneo central), es la más mortífera de las 3 rutas del Mediterráneo1, y representa la mayoría de las muertes registradas en el Mediterráneo desde 2014. Desde los naufragios del 3 y el 11 de octubre de 2013 frente a la costa de la isla italiana de Lampedusa, los problemas de las muertes de migrantes y de la gestión de los cuerpos han ganado una atención cada vez mayor entre el público, los medios de comunicación y la política. Este informe tiene como objetivo identificar tanto las deficiencias como las buenas prácticas en el sistema que actualmente responde a estas tragedias.
El informe se basa en 27 entrevistas semiestructuradas con representantes de autoridades locales y nacionales, organizaciones de la sociedad civil e individuos. Se han identificado algunos desafíos clave que enfrentan los actores involucrados en la investigación de las muertes de migrantes. Uno de estos desafíos es la naturaleza compleja del problema. Las muertes de migrantes representan un problema humanitario complejo que requiere una respuesta constante y coherente, coordinada entre los actores involucrados. Son un fenómeno transnacional y, como tal, es necesario establecer contactos con una variedad de actores en diferentes países. Las familias de los desaparecidos y fallecidos en los países de origen y otros estados europeos o en otros lugares deben ser contactados para facilitar la identificación, así como para garantizar que las familias afectadas estén en el centro de los esfuerzos para abordar el problema. Asimismo, es necesaria la cooperación con las autoridades consulares o diplomáticas, las organizaciones internacionales y las comunidades de la diáspora en terceros países para establecer contacto con las familias.
Además de la información que se debe recopilar de las familias, se deben recopilar datos de los cuerpos de los muertos. En Italia se ha detectado una falta de recursos e infraestructura, lo que complica las condiciones de trabajo de los encargados de la identificación. Por ejemplo, las instalaciones para realizar autopsias a veces no estaban equipadas para tratar con un gran número de cadáveres. Los datos necesarios sobre las muertes, incluidas las declaraciones de los supervivientes de un naufragio, no se recopilan de forma sistemática. Además, una amplia gama de actores está involucrada en la investigación, siendo evidentes a veces objetivos divergentes en su enfoque de las muertes de migrantes. Esto se refleja en el hecho de que el enjuiciamiento de los contrabandistas impulsa las investigaciones más que el objetivo humanitario de la identificación de los muertos. A pesar del trabajo del Comisionado Especial para Personas Desaparecidas, una oficina dedicada a asuntos relacionados con personas desaparecidas, que tiene como objetivo coordinar a los diversos actores, estos diferentes objetivos pueden ser impedimentos para una investigación efectiva. Por último, la aplicación común de protocolos, reglamentos y acuerdos existentes se está produciendo cada vez más, pero necesita una mayor facilitación.
Sobre la base de estos desafíos clave, el informe sugiere una ampliación del papel del Comisionado Especial para Personas Desaparecidas2 y las buenas prácticas que ha implementado, así como la explotación de nuevas oportunidades de financiación, con el fin de proporcionar los recursos necesarios para una investigación eficaz. Una necesidad fundamental es aprovechar sistemáticamente las oportunidades para recopilar datos que actualmente están infrautilizados, como la recopilación de efectos personales y el testimonio de los sobrevivientes. Más importante aún, las familias deben estar incluidas en el centro de la investigación. Otro elemento crucial identificado en este proyecto es la necesidad de que las familias conozcan el destino de sus seres queridos. Su inclusión es importante desde un punto de vista práctico:
dado que las familias son la principal fuente de datos ante mortem que permiten a las autoridades identificar cadáveres, y una fuente humanitaria, es decir, garantizar que las necesidades de las familias impulsen todo el proceso. Como perspectiva a largo plazo para responder a las muertes de migrantes, el informe recomienda el establecimiento de una arquitectura global que permita a las familias ponerse en contacto con las autoridades investigadoras y permita la comparación de los datos ante-mortem que proporcionan con los post-mortem.
datos obtenidos de los cuerpos.