Migrantes desaparecidos en el Mediterráneo: Abordar el Crisis humanitaria

RESUMEN EJECUTIVO
El proyecto de investigación Mediterranean Missing ha buscado comprender tanto el impacto en las familias de tener un pariente desaparecido en la migración, como la ley, la política y la práctica en torno a la identificación de cadáveres de migrantes en Italia y Grecia. Las entrevistas con familiares de migrantes desaparecidos de cinco países confirmaron el enorme impacto de no conocer el destino de sus seres queridos, con familias torturadas por la ambigüedad y sufriendo una serie de consecuencias emocionales y psicológicas. En Lesbos, Grecia y Sicilia, Italia, las entrevistas con las autoridades, la sociedad civil y otros confirman la presencia de un vacío político en torno al tema de los desaparecidos, a pesar de los deberes que imponen las leyes de derechos humanos a los Estados. La investigación de las muertes es inadecuada, y la recopilación y gestión efectivas de datos post-mortem se ve desafiada por el gran número de migrantes, en algunos casos lo suficiente como para comprometer la identificación futura. Tanto en Grecia como en Italia, la respuesta se caracteriza por un vacío político, con un gran número de agencias con mandatos superpuestos que carecen de coordinación. Si bien en Italia una Comisión dedicada y sus socios han demostrado lo que se puede hacer con los recursos adecuados, es necesario garantizar que todos los muertos se beneficien de este enfoque. Una limitación en ambos contextos sigue siendo la falta de acercamiento a las familias de los desaparecidos, quienes pueden proporcionar datos ante-mortem para permitir la identificación, y quienes de todos modos deberían estar en el centro de todos los esfuerzos para abordar el problema e identificar a los muertos.

EL PROBLEMA DE LOS MIGRANTES DESAPARECIDOS

Los naufragios mortales y los cadáveres de migrantes se han convertido en las imágenes más emblemáticas de la actual crisis de refugiados en la periferia de la UE. En 2015 y el primer semestre de 2016, se sabe que más de 6.600 murieron intentando cruzar el Mediterráneo, con un número adicional de muertes no registradas.1 Aunque los medios de comunicación y los grupos de solidaridad han arrojado luz sobre la difícil situación de los refugiados vivos, y han destacado Ante la impactante realidad de los naufragios, se sabe relativamente poco sobre los migrantes cuyo destino desconocen sus familias. La mayoría de los cadáveres encontrados están enterrados sin identificar. Como tal, miles de familias en países de origen migrante desconocen el destino de sus seres queridos.

Las autoridades de los países de acogida (sobre todo Italia y Grecia) no han estado preparadas para afrontar la naturaleza y el volumen de esta crisis humanitaria sin precedentes. Actualmente, existe un vacío político en torno al problema, marcado por una mínima cooperación entre las distintas agencias estatales, la ausencia de una investigación efectiva y el escaso esfuerzo para contactar a las familias de los desaparecidos. Esto da como resultado que los cuerpos sean enterrados con poco conocimiento.
de las expectativas religiosas y culturales o de los derechos de las familias de los muertos.